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Creado 2008-05-16 02:43
Por Patricia Grogg
LA HABANA, 15 may (IPS) - Tras años de deliberaciones, la Universidad de La Habana finalmente resolvió la emigración hacia programas libres en su red de computadoras, que funcionan casi en su totalidad sobre el sistema operativo Windows, de la firma multinacional estadounidense Microsoft.
El plan, refrendado por el Consejo de dirección de esa alta casa de estudios, aspira a iniciar en enero de 2009, luego de un intenso proceso de capacitación del personal docente e informático, la instalación masiva del sistema operativo GNU/Linux, que emplea el núcleo Linux creado en 1991 por el finlandés Linus Torvalds.
"Es un plan previsto a largo plazo", señaló a IPS Yudivián Almeida, profesor de la Facultad de Matemática y Computación de la universidad habanera. "Trata de no ser conflictivo y de evitar transformaciones bruscas, como quitar Windows y poner Linux", aseguró.
En efecto, la estrategia de emigración comprende diferentes etapas, desde la instalación de programas específicos como el navegador Mozilla/Firefox en sustitución del extendido Internet Explorer, que comenzó el 5 de enero, el adiestramiento en el uso de OpenOffice en lugar del Microsoft Office, hasta el abandono definitivo de los sofware privativos.
Según el estadounidense Richard Stallman, uno de los padres del movimiento por el software libre y creador de la Licencia Pública General (GPL), un programa debe cumplir con cuatro libertades para no ser privativo: el uso con cualquier propósito, el acceso a su código fuente y la posibilidad de modificarlo, la distribución de copias a favor de la comunidad, y el mejoramiento del programa y su publicación.
Para Almeida, es lógico haber empezado por quienes imparten las materias relacionadas con la computación y el personal a cargo de los laboratorios, "pues son los más renuentes al cambio". Los estudiantes, por el contrario, deben aceptar los contenidos de cada asignatura como se establezcan en los planes de estudio.
"Es necesario reacomodar los programas de clases de computación, que se imparten por lo general en Windows", apuntó Almeida, coordinador del Grupo de Usuarios de Software Libre y Linux en la Universidad de La Habana, varias de cuyas facultades están en pleno cambio de planes de estudio luego de que se aprobó el 5 de enero pasado la emigración hacia el software libre.
"Cuando en todas las máquinas esté instalado el software libre no tendrá sentido enseñar otra cosa", concluyó.
Cuba anunció en mayo de 2005 su intención de emigrar hacia el software libre, un proceso que comenzaría por los organismos de la Administración Central del Estado. Sin embargo, hasta el momento sólo la Aduana General ha instalado GNU/Linux en todas sus computadoras.
Entonces se creó un Grupo Nacional para impulsar la emigración, que integran los ministerios de Educación, Justicia, Interior, Educación Superior y Fuerzas Armadas, además de la Aduana, la Oficina Nacional de Informatización, la Universidad de las Ciencias Informáticas (UCI), la de La Habana y el Instituto José A. Echeverría.
"El Grupo Nacional da sugerencias, pero no hay nada que legisle la migración", subrayó Almeida, quien destacó en su página web personal el decreto del presidente de Ecuador, Rafael Correa, el pasado 10 de abril, sobre el paso hacia el software libre en las entidades de la Administración Pública Central de ese país.
El propósito de la medida es "alcanzar soberanía y autonomía tecnológica", en correspondencia con las recomendaciones de la Carta Iberoamericana de Gobierno Electrónico, aprobada en Chile en junio de 2007 durante la novena Conferencia Iberoamericana de Ministros de Administración Pública y Reforma del Estado.
La aceptación del software libre no ha sido fácil en la Universidad de La Habana, un centro de estudios donde predominan las carreras de ciencias sociales y otras ajenas a las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones, reconoció Almeida, de 27 años.
"Han sido sobre todo profesores los que se han opuesto, pues se han especializado en el uso de determinadas herramientas de software privativo", afirmó el joven licenciado en Ciencias de la Computación.
Según Almeida, los profesionales renuentes al cambio esgrimen la supuesta menor calidad del software libre ante los programas de corporaciones como Windows, algo difícil de dirimir en muchas ocasiones, mientras obvian otros elementos como la soberanía tecnológica.
La abrumadora mayoría de los ordenadores existentes en Cuba, alrededor de 380.000, funcionan con copias ilegales del sistema operativo Windows y versiones "piratas" de programas por cuya utilización no se pagan licencias, a causa del embargo de Estados Unidos a la isla que se arrastra desde comienzos de los años 60.
Según la Encuesta sobre Acceso a Servicios Seleccionados de Información y Comunicación, realizada por la estatal Oficina Nacional de Estadísticas, 33,2 por ciento de la población cubana mayor de seis años utilizó una computadora al menos una vez durante 2007.
El estudio indica que los lugares de uso más frecuente de los ordenadores fueron los Correos y los centros llamados Joven Club de Computación, coordinados por la Juventud Comunista para fomentar el conocimiento de las nuevas tecnologías en la población. El acceso en los hogares apenas ocupó el 5,2 por ciento del total.
Almeida estima que el software libre permitirá a la Universidad de La Habana cortar su dependencia de programas cuya licencia no podría pagar si en un futuro se normalizaran las relaciones con Washington. Además, facilitará la socialización del conocimiento, uno de los ejes de la expansión de los estudios superiores en el país.
"Hacía tiempo que se discutía este tema sin resolver nada", recordó el especialista. "El hecho de que se haya decidido iniciar este plan es un paso bastante grande", afirmó.
LA HABANA, 15 may (IPS) - Tras años de deliberaciones, la Universidad de La Habana finalmente resolvió la emigración hacia programas libres en su red de computadoras, que funcionan casi en su totalidad sobre el sistema operativo Windows, de la firma multinacional estadounidense Microsoft.
El plan, refrendado por el Consejo de dirección de esa alta casa de estudios, aspira a iniciar en enero de 2009, luego de un intenso proceso de capacitación del personal docente e informático, la instalación masiva del sistema operativo GNU/Linux, que emplea el núcleo Linux creado en 1991 por el finlandés Linus Torvalds.
"Es un plan previsto a largo plazo", señaló a IPS Yudivián Almeida, profesor de la Facultad de Matemática y Computación de la universidad habanera. "Trata de no ser conflictivo y de evitar transformaciones bruscas, como quitar Windows y poner Linux", aseguró.
En efecto, la estrategia de emigración comprende diferentes etapas, desde la instalación de programas específicos como el navegador Mozilla/Firefox en sustitución del extendido Internet Explorer, que comenzó el 5 de enero, el adiestramiento en el uso de OpenOffice en lugar del Microsoft Office, hasta el abandono definitivo de los sofware privativos.
Según el estadounidense Richard Stallman, uno de los padres del movimiento por el software libre y creador de la Licencia Pública General (GPL), un programa debe cumplir con cuatro libertades para no ser privativo: el uso con cualquier propósito, el acceso a su código fuente y la posibilidad de modificarlo, la distribución de copias a favor de la comunidad, y el mejoramiento del programa y su publicación.
Para Almeida, es lógico haber empezado por quienes imparten las materias relacionadas con la computación y el personal a cargo de los laboratorios, "pues son los más renuentes al cambio". Los estudiantes, por el contrario, deben aceptar los contenidos de cada asignatura como se establezcan en los planes de estudio.
"Es necesario reacomodar los programas de clases de computación, que se imparten por lo general en Windows", apuntó Almeida, coordinador del Grupo de Usuarios de Software Libre y Linux en la Universidad de La Habana, varias de cuyas facultades están en pleno cambio de planes de estudio luego de que se aprobó el 5 de enero pasado la emigración hacia el software libre.
"Cuando en todas las máquinas esté instalado el software libre no tendrá sentido enseñar otra cosa", concluyó.
Cuba anunció en mayo de 2005 su intención de emigrar hacia el software libre, un proceso que comenzaría por los organismos de la Administración Central del Estado. Sin embargo, hasta el momento sólo la Aduana General ha instalado GNU/Linux en todas sus computadoras.
Entonces se creó un Grupo Nacional para impulsar la emigración, que integran los ministerios de Educación, Justicia, Interior, Educación Superior y Fuerzas Armadas, además de la Aduana, la Oficina Nacional de Informatización, la Universidad de las Ciencias Informáticas (UCI), la de La Habana y el Instituto José A. Echeverría.
"El Grupo Nacional da sugerencias, pero no hay nada que legisle la migración", subrayó Almeida, quien destacó en su página web personal el decreto del presidente de Ecuador, Rafael Correa, el pasado 10 de abril, sobre el paso hacia el software libre en las entidades de la Administración Pública Central de ese país.
El propósito de la medida es "alcanzar soberanía y autonomía tecnológica", en correspondencia con las recomendaciones de la Carta Iberoamericana de Gobierno Electrónico, aprobada en Chile en junio de 2007 durante la novena Conferencia Iberoamericana de Ministros de Administración Pública y Reforma del Estado.
La aceptación del software libre no ha sido fácil en la Universidad de La Habana, un centro de estudios donde predominan las carreras de ciencias sociales y otras ajenas a las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones, reconoció Almeida, de 27 años.
"Han sido sobre todo profesores los que se han opuesto, pues se han especializado en el uso de determinadas herramientas de software privativo", afirmó el joven licenciado en Ciencias de la Computación.
Según Almeida, los profesionales renuentes al cambio esgrimen la supuesta menor calidad del software libre ante los programas de corporaciones como Windows, algo difícil de dirimir en muchas ocasiones, mientras obvian otros elementos como la soberanía tecnológica.
La abrumadora mayoría de los ordenadores existentes en Cuba, alrededor de 380.000, funcionan con copias ilegales del sistema operativo Windows y versiones "piratas" de programas por cuya utilización no se pagan licencias, a causa del embargo de Estados Unidos a la isla que se arrastra desde comienzos de los años 60.
Según la Encuesta sobre Acceso a Servicios Seleccionados de Información y Comunicación, realizada por la estatal Oficina Nacional de Estadísticas, 33,2 por ciento de la población cubana mayor de seis años utilizó una computadora al menos una vez durante 2007.
El estudio indica que los lugares de uso más frecuente de los ordenadores fueron los Correos y los centros llamados Joven Club de Computación, coordinados por la Juventud Comunista para fomentar el conocimiento de las nuevas tecnologías en la población. El acceso en los hogares apenas ocupó el 5,2 por ciento del total.
Almeida estima que el software libre permitirá a la Universidad de La Habana cortar su dependencia de programas cuya licencia no podría pagar si en un futuro se normalizaran las relaciones con Washington. Además, facilitará la socialización del conocimiento, uno de los ejes de la expansión de los estudios superiores en el país.
"Hacía tiempo que se discutía este tema sin resolver nada", recordó el especialista. "El hecho de que se haya decidido iniciar este plan es un paso bastante grande", afirmó.
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